EGIPTO NO QUIERE FARAONES

Egipto no quiere faraones, se cansó de construir tumbas inmortales para personajes ajados y dañinos. Algo se tambalea bajo los tronos de los autócratas del petróleo, algo que esta vez no podrán parar.

El mundo árabe explota mientras sus dirigentes dan una lección más de inmovilismo e ignorancia.


Analizando las razones de los acontecimientos, nos encontramos con el fracaso de un sistema basado en una apertura salvaje a los mercados combinada con un despotismo digno de épocas medievales personificado en una élite corrupta que sólo piensa en llenarse los bolsillos, apoyada (como no) por los países occidentales.

La gota que colma el cuasi repleto vaso de la paciencia agarena es la pretensión de los dirigentes actuales de legar a la malcriada progenie de los petrodólares los poderes obstentados hasta ahora. Por ejemplo, en Siria, Bashar al Asad reemplazó a su padre fallecido en el año 2000 y Hosni Mubarak desea transmitir el poder a su hijo Gamal en Egipto.

La primera cabeza en caer fue la del tunecino Zine El Abidine Ben Alí, al cabo de 23 años de poder, y ahora la mayoría de los monarcas (o como se hagan llamar) de la zona están haciendo suyo el refrán "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar".

En Yemen sin ir más lejos, Alí Abdulá Salé ya está prometiendo reformas sociales de toda índole.

Esta vez el pueblo se cansó de esperar a profetas, de soportar vejaciones y de ver ostentaciones de riquezas alienadas por caducos caciques y su prole. Esta vez decidieron tomar el control de sus destinos, como hizo el pueblo francés en el siglo XVIII.

Como en el París de 1789, la plaza cairota de Tahrir rezuma indignación y ganas de cambio por los cuatro costados.

Las similitudes entre la revolución francesa y la "revuelta" que tratamos son muchas (como dice mi buen amigo Andrés), pero personalmente lo que más me llama la atención es una de las diferencias: No existe una cabeza visible al frente de estos altercados, lo que convierte a los hechos que nos conciernen en la única revolución auténticamente nacida del deseo colectivo que recuerdo. No existe un ideólogo, no hay un Descartes, un Sartre, un Che, un Caamaño...no hace falta.

Mubarak, de 82 años, no acepta las exigencias de su pueblo y se niega a abandonar Egipto. Sacó al ejercito a la calle sin piedad, con la intención de amedrentar al inmedrentable.

A las pocas horas del comienzo de la movilización un mar de militares tomaban las calles aledañas a la plaza, mientras se desconectaba de la red de redes al país que hace siglos ve morir al Nilo todas las noches. No importa, ya no se pueden poner barreras al mar.

Como dice el director del Centro de Estudios Árabes de la Sorbona de París, Bourhane Ghalioune: "La región de Medio Oriente y África del Norte es la más represiva del mundo, pues sobre 20 países, 16 pueden ser calificados de autoritarios. Israel es la única democracia en la región, pero una democracia con fallos".

La revuelta no dejará de crecer, y es bueno que suceda esto como toque de atención a gobiernos, multinacionales y demás organismos pseudopoderosos a los cuales no les importa nada con tal de obtener beneficios.

Digamoslo en voz alta, occidente tiene esclavizado al resto del planeta. Todos los gobernantes de tal o cual país no son más que los negreros a sueldo del capital, los cuales no tienen reparo en pisotear a sus semejantes a cambio de las limosnas de Don Dinero. Ya sabemos que cualquiera que decida no entrar por el aro será desacreditado de manera feroz por cruzados del actual orden mundial, incluso el mismo Lula dos Santos capeó con tino las cornadas del FMI en sus primeros años de mandato.

Estamos sumergidos en una crisis que tendrá eco mucho más allá de lo que creemos, en la cual nos metieron los bancos y las multinacionales. ¿Que hicimos?, darles dinero para recuperarse y poder hacer prestamos pero...OH SORPRESA!!! Ni créditos ni nada que se le parezca, y en cambio siguen declarando beneficios ejercicio tras ejercicio.

Si miramos a los estados teóricamente pudientes no hace falta ser un genio para darse cuenta de que están contra las cuerdas, pero analicemos las causas: Durante la época de crecimiento económico de mediados de los noventa la gran mayoría de las potencias europeas privatizó toda empresa estatal privatizable, perdiendo así una herramienta de inyección de capital en época de vacas flacas fundamental. En la crisis del 93 por ejemplo, el gobierno decidió aumentar la inversión en empresas como Endesa, Telefónica, Repsol o Seat, creando así empleo estable. Ahora resulta que lo que proponen algunos iluminados es vender lo poco que queda como Correos, o privatizar la sanidad e incluso la educación...

Conclusión: ESTAMOS INDEFENSOS Y NO TENEMOS COJONES A LEVANTARNOS DEL SOFÁ

El pueblo musulmán nos está dando una lección que nunca creímos que pudieran darnos, pero no se puede menospreciar al hambre y la miseria. Se cansaron del "mexan por nós e hay que decir que chove".

Actos como estos, como la revolución de los claveles en Portugal, como los abrazos de los berlineses tras la caída del muro son el sustento que nos queda para nuestras desengañadas almas, nuestra obligación mínima con la humanidad es no dejar que queden en el olvido, ahora que en Zara venden camisetas con la cara del "Che".

Todos los cojones que perdimos en la comodidad de la sociedad de consumo salen ahora a flote en la rivera del Nilo. La lección que el pueblo egipcio nos está dando no puede caer en saco roto.

Cierro el post con una imagen que ojalá defina al recién estrenado año, siento una extraña mezcla de vergüenza y admiración cada vez que la miro: Vergüenza por no atreverme a salir a las calles a protestar por todo lo que me parece un absurdo y quedarme detrás de este teclado escribiendo un montón de ideas desordenadas que probablemente terminen en el olvido que solo los diarios adolescentes pueden ofrecer. La admiración no la explico, al que no lo entienda y halla leído hasta aquí...lo siento, has perdido el tiempo con mi blog, deja la puerta abierta al salir.