
Seattle, final de la década de los 80. La juventud agonizaba bajo el yugo de la administración Reagan mientras buscaban su lugar dentro del creciente puritanismo de la sociedad norteamericana. La apatía del entorno no presagiaba nada alentador culturalmente hablando, hasta que los mismos jóvenes que se veían condenados al desempleo y a la critica mirada de sus mayores explotó en forma de distorsión, desencanto y rabia. La generación X ocupó su lugar en el mundo a base de aborrecer la vida que se había programado para ellos. Esta es la historia del Grunge.